Ninguno de nosotros ha vivido algo parecido, y, por lo tanto, todos tenemos que adaptarnos. Hay que tratar de ser solidarios y entender que hay que hacer sacrificios por el bien común. Como decía un conocido cómico hace unos días, nos tenemos que dejar de abrazar unos días, para luego abrazarnos más fuerte.

Como os hemos contado el otro día , nosotros también intentamos en la medida de lo posible poner nuestro granito de arena. Pero ahora el escenario es diferente, y hemos tenido que cerrar nuestras puertas hasta nuevo aviso. Y como no podía ser de otra manera, obedecemos para poder a volver a la normalidad cuanto antes.

Pero nuestras puertas virtuales no han cerrado, ni mucho menos. Es más, están más abiertas que nunca. Porque si algo vamos a tener estos días es tiempo para leer. Y eso se une a que estamos a las puertas de una maravillosa estación (nos perdonen los alérgicos) para bodas. Que a lo mejor se tendrán que retrasar o aplazar… pero siempre es buen momento para pensar como sería una magnifica boda en primavera.

Las flores, como no podía ser de otra forma, cobran el absoluto protagonismo. Y si eres amante de las flores, hay todo tipo de ideas que puedes implementar. Lo primero y más obvio son los centros de mesa. Que sean floridos… pero si no queremos que sean muy recargados, podemos pensar en flores de temporada, como guiño a la estación y la ubicación, sin tener que ser un reclamo masivo para abejas.

Hay algunas flores que son de todo el año, algunas clásicas como el clavel, los crisantemos, las margaritas, las gardenias, las orquídeas o las rosas, entre otras. Pero el hecho de tener temporada también convierte a las flores de primavera en especiales. Las propias de la estación que son más conocidas son la Azalea, el Jazmín, los Azahares, la Amapola, la Rosa banksiana, el Girasol o el Narciso, entre otras.

Jugando con los pétalos de estas podemos, por ejemplo, hacer un pasillo hacia el altar en la ceremonia, lo que va a multiplicar la sensación “floral”. Un detalle muy original son las cortinas de flores, para separar ciertos espacios, o, por ejemplo, darle importancia a la entrada de los novios.

Otra forma de multiplicar el protagonismo floral es acompañar cualquier tipo de luz con un adorno de flores. Lámparas, tanto de suelo como colgantes, rodeando a velas, con las antorchas… la luz y las flores siempre casan muy bien.

Además, será bonito combinar la estación con todos los lugares donde las flores suelen estar siempre presentes: el ramo de la novia, el lugar de la ceremonia ya sea civil o religiosa, el coche de la novia, o incluso un detalle floral en la solapa del novio.

En fin, que como veis, las flores en esta temporada tienen casi tanto protagonismo como los novios o los invitados. Elegir bien cual, y como es importante, pero divertido. Cuando podamos estar con vosotros otra vez, será un placer ayudaros a seleccionar esta colorida “necesidad”.

¡Feliz primavera!

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