Imaginas la escena y al principio te parece sacado de una escena de película americana. Hay unos cuantos ejemplos, “El padre de la novia”, “La boda de mi mejor amigo” o “Mi gran boda griega”. Solo la gente importante de tu vida que has imaginado y deseado que fueran están allí, como en un cuento, porque es tu casa. Puede que incluso la casa en la que creciste y donde imaginaste tus primeros cuentos.

Es tu idea de boda ideal: íntima (tu casa mola, pero no tiene cancha de tenis por donde corría Julia Roberts persiguiendo a su deseado mejor amigo, ni un “pequeño” patio donde jugar al basket con tu padre) y personal. Es tu casa, y la ilusión se multiplica. Puede que no seáis muchos, 15, 20, máximo 50 personas puede ser… Y sabes que cuentas con el espacio suficiente para que todos estén cómodos.

Aun así, sabes que es más importante que nunca la organización. A priori no es un espacio pensado para grandes fiestas (aunque tu cabeza se vaya a aquella fiesta que diste en el 2005 a ritmo de Bob Sinclair y su “Love Generation”), así que necesitas una buena organización. Tienes que contar con espacios para la preparación del convite, para un DJ, para sentarse a comer o cenar y para bailar. Como un encaje de bolillos; igual la ayuda de un wedding planner te puede solucionar la papeleta.

Ese es el secreto para que tu boda soñada en casa funcione perfectamente: todo el que participe de manera profesional, tiene que ser un profesional de altura, valga la redundancia. El DJ no puede ser tu primo Arturo que, aunque hacía CD’s recopilatorios muy chulos como aquel “Mix Verano 99”, no le puedes encargar el éxito de tu fiesta nupcial. Capaz que pone a los Mojinos Escocíos más de la cuenta y una broma se convierte en desastre. Y de la misma manera no puedes encargar la organización del catering a Mamá y las tías, cada una llevando un plato y sus mesas y sillas como en navidad. Luego pasa lo que pasa, lo que debía ser un milhojas de foie con manzana acaba siendo tortilla porque a tía Encarni se le olvidó comprar… el foie y las manzanas.

Por eso tienes que contar con alguien como Ondarreta. No solo somos tres generaciones de profesionales de la restauración y hostelería reconocidos, sino que ponemos atención a los más importante de nuestro sector: las personas. Hay quien nos pregunta a veces si merece la pena desplazar todo lo necesario para una boda en casa con todo cubierto: mobiliario, camareros, utensilios de cocina, menú, transporte… Y nuestra respuesta es siempre la misma: vivimos para atender a los demás, esa es la vocación de una profesión tan noble como el servicio. Y dependiendo del resultado de cada evento, boda, cumpleaños, cena o comida que atendemos, dependerá de que podamos seguir ejerciendo lo que más nos gusta, poner atención a cada detalle para que el momento deseado de felicidad de una persona se convierta también en el nuestro.

Por eso la pregunta no es “¿puedo celebrar mi boda en casa?”, la pregunta es “¿Cuándo llamo a Ondarreta para hacer en casa la boda de mis sueños?”. Nosotros te estaremos esperando.

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