En Ondarreta tenemos la suerte de presenciar lo que para mucha gente es el día más importante de sus vidas. Es, además, un honor. Por eso nos hace muchísima ilusión cuando días después los novios comparten con nosotros su experiencia. En este caso Nuria y Chema han respondido amablemente a algunas de nuestras preguntas.

¿Qué es lo que más habéis disfrutado de la boda en Normandie?

Lo que más hemos disfrutado ha sido poder celebrar los diferentes momentos de la boda en los distintos espacios de Normandie (ceremonia, cóctel, banquete y disco) ya que cada uno de ellos tiene su propio encanto, y además nos encantó disfrutar de estar en un entorno de naturaleza. Además, los espacios están decorados con mucho gusto y sentimos que encajaba perfectamente con nuestro estilo. Por otra parte, la comida, está muy muy rica, con opciones vanguardistas, pero sin perder el toque tradicional. Además, la cantidad fue perfecta. Los invitados, de hecho, nos siguen comentando que todo estaba buenísimo y la carne (solomillo a la parrilla) estaba impresionante, ya que se deshacía en la boca. Además, los corners de queso y mojitos, ¡fueron un gran acierto!

¿Qué es lo que más os sorprendió de la finca?

Lo que más nos sorprendió fue el entorno, muy cuidado y con estilo, y la cantidad de opciones de espacio diferentes que teníamos para escoger en cada momento de la boda, es decir, gran flexibilidad. También, el poder decidir parte del mobiliario, como las sillas, los manteles, el modelo del sitting plan, tipo de flores para la decoración de los espacios, etc., lo cual permite realizar una boda muy personalizada. Y, de nuevo, la calidad de la comida nos sorprendió gratamente, superando nuestras expectativas.

¿Alguna anécdota divertida que destacar?

Quizás destacaríamos el momento de la salida de la ceremonia, en la que la novia casi se ahoga con las flores secas silvestres a modo confeti. Y entre otros, también los manteos que nos hicieron nuestros amigos en el salón (para habernos escalabrado jajaja)

¿Qué plato os gustó más?

Tanto para nosotros como para los invitados, en el cóctel: el jamón y queso buenísimos, el taco de atún, las albóndigas de rabo de toro, las crepes de gulas, los canutillos de morcilla. Y en la comida, el solomillo a la parrilla con espárragos y beicon. El tatin de manzana con helado de canela, ¡top! La elección del helado fue muy acertada.

¿Qué otros platos probasteis en la prueba y por qué os decantasteis por los finales?

En la prueba probamos la selección de makis, la cazuelita de gulas, las croquetas… pero no los escogimos porque nuestra elección nos aportaba aún más sabor, y buscábamos aperitivos especiales, un poco diferentes a los convencionales, pero sobre todo que estuviesen muy ricos.

En cuanto a los principales, de primero probamos, la burrata y las mil hojas, que no lo cogimos porque nos pareció un poco fuerte para ser un primero, buscábamos algo más fresquito. La burrata nos gustaba mucho, pero el queso siempre es más arriesgado. Así que elegimos el tartar de tomate con cigalita a la plancha y ajo blanco, el cual cumplía todo lo que buscábamos, fresco, ligero y con buen sabor. Con relación a los segundos, probamos también los centros de atún y la merluza rellena de txangurro y ambos estaban buenísimos, pero nos decidimos por la lubina ya que consideramos que era lo que más podría gustar. Y en cuanto a la carne probamos también las carrilleras y el cochinillo, pero el solomillo estaba espectacular, en cuanto a sabor y terneza.

¿Conocíais el restaurante antes de la boda?

Nuestros padres nos habían hablado de Normandie, porque estuvieron hace muchos años en una boda allí, y también porque habían venido en alguna ocasión a comer. Nosotros personalmente no lo conocíamos.

Resumid vuestra boda en Normandie

La boda en Normandie ha sido perfecta. El tiempo nos acompañó ese día y pudimos disfrutarlo muchísimo, tantos nosotros como nuestros invitados. La decoración de los espacios, la organización y la comida, fue de 10. El colofón con el grupo de música en el césped con la montaña de fondo, como si fuera un concierto y con el atardecer, motivó aún más el buen ambiente que había. ¡Volveríamos a escoger Normandie para celebrar nuestra boda, sin duda!

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